Tercer capítulo: La traducción como metáfora

Es 1974 y Paul Auster y Lydia Davis deciden regresar a Nueva York. Ahí, el narrador comienza la traducción del Pour un tombeau d'Anatole de Stéphane Mallarmé, escribe una serie de catálogos para la galería Ex Libris, trabaja como editor de Cockpit, una novela de Jerry Kosinski, y termina Unearth (Exhumaciones), los poemas que ha venido escribiendo en su habitación, en los ratos libres de los demás trabajos. Ese mismo año, en la mañana del 6 de octubre, Auster y Davis contraen matrimonio. [Leer más]

Cuarto Capítulo: Dos tipos de muro

Es el final de 1976 y Paul Auster comienza a sentirse cada vez más exiliado en el mundo. Los problemas económicos, el matrimonio, la distancia de su familia, el bloqueo de escritor, la sensación de no entender y no ser entendido, comenzarán a crear en él la peor de las inseguridades. En 1977, gracias a las gestiones de un amigo adinerado, una de sus obras de un solo acto, Laurel y Hardy go to Heaven, es interpretada desastrozamente en un pequeñísimo teatro de Nueva York. Sus problemas económicos se agravan, pero su obra comenzará a girar hacia el relato al mismo tiempo del nacimiento de su primer hijo, Daniel. [Leer más]

Quinto Capítulo: Puños cerrados

En la época en la que redactaba sus ensayos, Paul Auster dedicaba horas a escribir poemas, no sólo porque este género necesita menos tiempo de trabajo (no es lo mismo trabajar sobre un verso que sobre un capítulo), sino porque no se creía capaz de intentar la prosa. Según Wolfgang Kayser, los poemas son la manifestación del estado de ánimo frente al presente. Y, como las fotografías de Auggie Wren, los poemas de Auster describen un momento del mundo que su estado de ánimo -su ojo- percibe. Su ojo, a pesar de ser el origen del poema, desaparece en los versos que aparecen en la página. [Leer más]

Sexto Capítulo: Un puente

El bloqueo de dos años es superado por un accidente. La necesidad de escribir reaparece a partir de una fuente inesperada. Es diciembre de 1978 y Paul Auster se encuentra viendo una obra de danza moderna en un pequeño teatro de Nueva York. De pronto comienza a sentirse cautivado por lo que ve. [Leer más]

Séptimo Capítulo: Ser un niño de verdad

Es el 14 de enero de 1979. Es la mañana siguiente al final de la escritura de White Spaces y Paul Auster recibe una llamada de uno de sus tíos en la que éste le informa que Sam Auster ha muerto durante la noche anterior. La muerte de su padre se convierte en un hecho determinante dentro de la evolución de su obra: Auster recibe una herencia que, a pesar de no ser millonaria, le permite y le permitirá trabajar en sus propios proyectos. Como Jim Nashe, el personaje de La música del azar y M.S. Fogg en El Palacio de la Luna, entre otros muchos de sus personajes, Paul Auster, a partir de ese accidente que es una herencia inesperada, y con White Spaces como puente, renunciará al combate con el dinero y las palabras para dedicarse a relatar el proceso de su aprendizaje.[Leer más]

Segunda parte: todo está en la voz

La segunda parte de este relato documental desemboca en un epílogo y pretende, a partir del relato característico de Paul Auster, reflexionar sobre la naturaleza de la narración y su necesidad en el mundo que el escritor de Nueva York ha aprehendido. Pretende describir, valorar e interpretar el relato austeriano como una traducción de su visión de mundo y una prueba de su voz literaria que, al parecer, y aunque parte de su observación, se independiza de las corrientes intelectuales de este final de siglo.[Leer más]

Primer Capítulo: La ficción hace verosímil la realidad

Es el 23 de febrero de 1981 y Paul Auster se tropieza con Siri Hustvedt. Este será el último de los accidentes que, en el nivel de la vida (no de la biografía), darán paso al relato de ficción en la obra de Auster. Después del nacimiento de Daniel, su hijo, y de la muerte de Samuel, su padre, el encuentro con Siri Hustvedt cerrará un episodio determinante en la vida de Paul Auster. Se trata de una especie de redención que trae como consecuencias una nueva conciencia temporal, un deseo de recomposición personal y una resolución del aprendizaje del mundo bajo la forma del relato.[Leer más]

Segundo Capítulo: Una carta de amor

Es junio de 1982 y Paul Auster se casa con Siri Hustvedt. Se publican La invención de la soledad y una primera edición de The Art of Hunger. Entre 1982 y 1984 aparecen las traducciones de la antología de poesía francesa de este siglo y del cuaderno de Mallarmé sobre su hijo, y le es concedida una beca de la fundación Ingram Merrill para la prosa. En 1985 termina Ciudad de Cristal, su primera novela, que es la resolución de sus angustias vitales y de los problemas que sus anteriores obras formulaban. Con Ciudad de Cristal, Auster se convierte en un niño de verdad. Vuelve al territorio del juego, de la ficción, y reordena su mundo para dirigirlo a los demás como si se tratara de un mensaje. [Leer más]

Tercer Capítulo: Más allá de la novela

Es 1985 y, después de ser rechazada por once editoriales, Ciudad de cristal es publicada. La editorial encargada, además, hace un acuerdo con Paul Auster para imprimir dos novelas más que conformarán, junto con Ciudad de cristal, una trilogía de novelas que parten de Nueva York y del género policíaco para indagar sobre la naturaleza de la vida humana. A pesar de no pertenecer al género de la novela negra, Ciudad de Cristal es nominada al premio Edgar que otorgan los escritores de misterio de Estados Unidos.[Leer más]

Cuarto Capítulo: La digestión del ego

Es 1991 y Paul Auster recibe varias propuestas para que La música del azar sea transfigurada al cine. Al fin y al cabo, la novela tenía páginas enteras de diálogo y sus descripciones, como en la mayoría de los libros de Auster, eran cortas, directas, casi indicaciones para que el lector filme su propia historia. Si en una película el autor es el director, en un libro de Auster el autor es finalmente el lector: un relato de Auster es un libreto que se le entrega al lector para que en el momento de la lectura filme una película en su cabeza.[Leer más]

Quinto Capítulo: Autobiografías de otros

Paul Auster, pueden reconocerse unos recursos para relatarlos, unas voces que los relatan, unos hombres que emprenden la tarea, una forma en que lo hacen, una razón por la cual se toman el trabajo de hacerlo, un lugar desde el cual se emite la historia y una visión sobre el valor del relato como un gesto humano transhistórico, transcultural y transgenérico que se aparta de las corrientes literarias de este siglo y no entra en las discusiones sociológicas e intelectuales del momento. [Leer más]

Epílogo: Todos los hombres del rey

Al final, esa unidad que es la obra de Paul Auster es, en realidad, una propuesta de vida. Y, al parecer, se trata de una propuesta que podría resumirse con los dedos de una mano. Primero, y antes que otra cosa, Auster describe la situación de un hombre cualquiera en el mundo y propone la recuperación de la mirada (de los sentidos) como un primer paso para estar en él. Segundo, y como siguiente paso, propone al arte (o a la expresión de lo sentido) como una posibilidad para moverse por el mundo. Tercero, y como paso final, propone al relato (o a la comunicación) como una forma de recomponer el mundo para transcurrir en él junto con los demás. Lo que significa, en el territorio de la vida humana, vivir la soledad como un camino hacia la solidaridad (cuarto) y combatir el cinismo característico de nuestro largo final de siglo (quinto). [Leer más]

Segundo Capítulo: Sesión de espiritismo

Paul Auster había descubierto, frente a sus compañeros de colegio y Universidad, que la literatura era su forma de intentar ser y estar en el mundo. Ese constante "estar exiliado dentro de sí mismo" requería algún tipo de solución y, en medio de la locura de los años de estudiante, en medio de sus trabajos ocasionales, y con la convicción de que las novelas no eran su fuerte, Paul Auster comenzó a trabajar obsesivamente en sus ensayos y sus poemas. [Leer más]

Primer Capítulo: Noticias y fuentes de última hora

Es posible reconstruir la vida de Paul Auster a partir de sus propios libros, porque cuando hablamos de la vida, en el caso particular de Auster, hablamos de la obra. Dicho de otra forma: Auster se ha empeñado en que los lectores que quieran leerlo puedan leer su vida como si hiciera parte de su mundo literario y, para eso, ha publicado una serie de entrevistas y confesiones en las que llega al extremo de aclarar (lo que puede significar confundir) las situaciones de ficción que tuvieron origen en su propia vida. [Leer más]

Primera Parte: relatos de puertas para adentro

La primera parte de este relato documental sobre la obra de Paul Auster pretende revelar, primero, su vocación literaria (esta es, el llamado que el oficio de escritor le hace a un hombre) y, segundo, el valor de sus ensayos, sus traducciones, los trabajos que hizo por dinero y sus poemas en el desarrollo de su proceso para convertirse en un narrador. [Leer más]

Prólogo: Todos los relatos pueden ser verdad

Es la mañana del 24 de diciembre de 1990 y en el New York Times aparece el único cuento corto que ha escrito Paul Auster. Se trata de un gesto típico de Auster: en medio de las noticias del mundo, en una de las páginas de uno de los periódicos más importantes de Nueva York, un relato ficticio, El cuento de Navidad de Auggie Wren, sintetiza sus obsesiones, la manera en que sus personajes se enfrentan a la vida, y sus propias intuiciones sobre lo que significa relatar en el mundo. [Leer más]