El hombre que ve por nosotros

La primera imagen que me viene a la cabeza es esta: Mayolo va en un Volkswagen escarabajo por carreteras europeas, con los rollos del documental Agarrando pueblo en el asiento de atrás, como un Quijote sin Sancho o un mago ambulante que sólo busca un escenario para mostrarle al público sus trucos. [Leer más]

Calle abajo

Comienza por el final, a unas cuadras de la calle de El Cartucho, con el retrato de un anciano indigente que fuma en paz su pipa de madera. Su mirada, sobre la barba larga de hombre que no le debe nada a nadie, bajo el sombrero estropeado en alguna época de buenas maneras, sigue firmemente a cualquier persona que se va (no hay nadie que no pase de largo: ese es el punto) en vez de enfrentar el lente de la cámara que lo ha traído ahora ante nosotros.[Leer más]

Si Andrés viviera

Si Andrés Escobar siguiera vivo, si no hubiera sido asesinado el 2 de julio de 1994 por haber cometido un autogol, al menos no habría muerto en vano. [Leer más]

Y todos éramos felices

La conversación ocurre el lunes 14 de julio de 2008 en el apartamento de Carlos “El Pibe” Valderrama, en un lugar rojizo de la amarillenta Barranquilla, desde las nueve de la mañana hasta unos minutos después del mediodía. La buena noticia es que el personaje que sabemos, quizás el mejor jugador de fútbol que haya aparecido en la historia de Colombia, es mucho más que ese hombre sencillo que los medios de comunicación nos han estado vendiendo desde que se les metió en la cabeza que esa era una buena idea. [Leer más]

El duelo a muerte de C.S. Lewis

Quizás lo mejor sea empezar por la segunda pérdida, en Belfast, Irlanda del Norte, el domingo 23 de agosto de 1908. En ese momento el escritor C. S. Lewis, Clive Staples Lewis, futuro autor de Cartas del diablo a su sobrino, Una pena en observación y Las crónicas de Narnia, era un niño serio de nueve años, con ciertos problemas respiratorios, que odiaba sus dos nombres de pila, se hacía llamar igual que un perro al que vio morir, Jacksie, pues se negaba a vivir una vida sin recordarlo, y desde la mañana hasta la noche exploraba con su hermano mayor, Warren, los tejados, los áticos silenciosos, los pasadizos secretos y el gigantesco jardín de la casa en donde vivían. [Leer más]

Sin comentarios: la vida de J.D. Salinger

Salinger está vivo y no quiere hablar. No quiere que se metan en su vida. Quiere escribir, visitar a sus amigos y ver a sus hijos. Nada más. Su casa, en Cornish, New Hampshire, la misma que compró en 1953, sin agua y sin electricidad, se esconde detrás de una cerca rodeada de árboles. De vez en cuando, al parecer, trabaja en su jardín. Casi todo el día se encierra en un galpón, a cincuenta metros de su habitación, a inventarse historias que no está interesado en publicar. [Leer más]

Sophie Calle existe

Sophie Calle existe. Pero quizás no convenga conocerla en persona. Si fuera el personaje de una novela todo estaría bien, pero ella respira, camina y persigue historias por nuestro mundo desde que se levanta hasta que se acuesta. Está viva. Es real. En este momento puede estar detrás de usted, en su ciudad, escondida en una cabina telefónica, en un inmenso almacén de cadena o en una fila para entrar a cine. Lleva veinticinco....[Leer más]

Aterciopelados: son como son

Las primeras planas de los periódicos han amanecido invadidas por los discursos patrioteros que se han puesto de moda, por una manada de chismes sobre estrellas egocéntricas que sienten nostalgia del primer mundo, por un arrume de entrevistas a tipos condescendientes que no dicen lo que piensan. Así que esta vieja casona del bogotanísimo barrio Teausaquillo, este lugar manso en el que la banda Aterciopelados está a punto de ensayar las canciones que interpretará en el lanzamiento de su nuevo álbum, es el refugio ideal para pasar la mañana del martes 10 de marzo.[Leer más]

Generación.net

La verdad es que el mundo no se va a acabar. La verdad, después de toda la histeria, más allá de los escándalos y la santiguadera, a pesar de las prohibiciones, las advertencias y los regaños de los padres, los lideres religiosos y los profesores, es que el mundo siempre será aquel dado roído hasta la redondez que César Vallejo denunciaba, esa ficción que según Jorge Luis Borges iba y venía de la biblioteca, ese infierno lluvioso en el que, según Ernesto Sabato, no obstante cada una de las evidencias, conservamos la esperanza, ese lugar en donde respiramos, caminamos de una esquina a la otra y nos enamoramos.[Leer más]

La música de la memoria: La redención del hombre de la capa

Iba y venía. Estaba en la memoria de Paul Simon. Era la historia del hombre de la capa, y siempre, siempre que la recordaba, ante semejante panorama de miserias, injusticias y tragedias, le traía a la mente la pregunta de si en verdad serían posibles el perdón y la redención en este mundo[Leer más]

La resurrección de Harold Pinter

El más reciente ganador del premio Nóbel de literatura, actor, dramaturgo y activista político, es también un hombre que se ha tomado en serio el arte de adaptar al cine novelas de otros. [Leer más]

En la hora más incierta del mundo

Mientras los once insólitos capítulos de Surprise, su nuevo disco, se toman todos los paréntesis que hacemos en el día, es probable llegar a la conclusión de que Paul Simon es uno de los escritores más relevantes de estos años.[Leer más]

Un fantasma

Ernesto Sabato murió en 1976. Dejó varios volúmenes de ensayos y tres novelas brillantes, irracionales, desmedidas. En la primera, El túnel, de 1948, un pintor debe asesinar a la única mujer que podría comprenderlo: debe recuperarla, al menos, en su memoria. En la segunda, Sobre héroes y tumbas, de 1961, un joven sigue a una mujer por los infiernos secretos de Buenos Aires y consigue convivir, sin perder la esperanza, con los fantasmas, los pirómanos y los ciegos argentinos.[Leer más]

George Méliès murió sonriendo

El gran Georges Méliès atendía un pequeño kiosco de juguetes en la Estación de Montparnasse, pero nadie en todo París se había dado cuenta. Quizás no lo notaban porque abría muy temprano el local y se entregaba por completo al trabajo. Tal vez había pasado mucho tiempo desde sus días de gloria, y la barba blanca y las ojeras hacían casi imposible imaginar que aquel señor que se sentaba muy poco, que vivía sonriente y bien vestido, sin rencores ni frustraciones a la vista, había dirigido más de 500 películas cortas en sólo dieciséis años y, de paso, se había inventado el cine tal como lo conocemos. Era diciembre de 1925.[Leer más]

La mirada del monstruo

La fachada de una sala de cine de San Diego. Es mil novecientos treinta y dos. Una mujer --fuera de sí misma, pálida, aterrada-– sale corriendo por la puerta del teatro. Es la primera presentación de una película llamada Freaks. Y ella –que se aleja del teatro como si....[Leer más]

La vida de Al Aronowitz

Al Aronowitz está vivo, tiene 74 años y nadie quiere pasarle al teléfono. Es un buen escritor. Si no escribe, se muere. Pero nadie, en todo el mundo, quiere publicarlo. Es el hombre que presentó a Miles Davis con Jimmy Hendrix, a Paul Simon con Bob Dylan, a Bob Dylan con los Beatles y a los Beatles con la marihuana, pero a muy pocos parece importarles. El caso es que acaba de responderme un e mail que pensé que jamás iba a llegarle.....[Leer más]

La estatura de James Barrie: retrato del autor de Peter Pan

James Barrie iba a escribir la vida de Peter Pan pero aún no lo sabía. Era una larga mañana del Londres de 1897 y él, como todos los días, había salido de su casa, en Gloucester Road, para pasear a Porthos, su gigantesco perro San Bernardo, por los jardines de Kensington. Cuando llegó al parque, y la mascota comenzó a saltar por todas partes, Barrie se sentó en una de las bancas, y un rato después, como si se tratara de un milagro, se encontró cara a cara con un par de niños. Se llamaban George y Jack Davies.[Leer más]

La mirada del monstruo: el drama de Freaks

La fachada de una sala de cine de San Diego. Es mil novecientos treinta y dos. Una mujer –fuera de sí misma, pálida, aterrada- sale corriendo por la puerta del teatro. Es la primera presentación de una película llamada Freaks. Y ella –que se aleja del teatro como si se tratara de despertar de un horrible sueño- aún no puede creer en nada de lo que acaba de ver en la pantalla. Eran monstruos. Eran horribles monstruos. Eran monstruos de verdad. [Leer más]