Podéis ir en paz (1997)
Podéis ir en paz es la primera y última función de la obra de teatro que Tomás Obregón ha escrito a partir de los hechos del día que él mismo considera el peor de toda su vida. Obregón, un joven de veinticuatro años que ha comenzado varias carreras y nunca ha acabado una, ha decidido aprovechar su crisis, su especie de descenso a los infiernos, para escribir y escenificar los cinco capítulos más importantes y difíciles de esa fecha, y para ese efecto, y para lograr algo memorable, ha conseguido reunir, de entre su grupo de amigos, a algunos actores, a un diseñador, a un músico, a un director y a un libretista, y ha trabajado con ellos durante ya casi tres meses. El drama, tal como ha sido escrito por Obregón, se encuentra dividido en tres actos: el primero, que en verdad es una larga escena de presentación, sucede en el apartamento de Tomás; el segundo, que es una serie de golpes bajos (la consulta con un vidente, la crisis de un presentador de noticias, el final del romance entre Laura y Tomás, el entierro de Esteban Saavedra, el rescate de María), ocurre entre el consultorio de un brujo, el set de un noticiero, un restaurante de moda en la ciudad, el altar de una iglesia y una vieja sala de cine; el tercero es el final, el descubrimiento de todas las verdades, y se resuelve en la sala de espera de Urgencias de una Clínica muy respetada de la ciudad.
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Miguel Velázquez (1998)
Después de sufrir una crisis nerviosa, disminuido por una extraña enfermedad, y enloquecido de tanto ver películas del Hollywood de los años cuarenta y cincuenta, Miguel Ricardo, un profesor de literatura del Siglo de Oro, decide cambiar su nombre al de Miguel Velázquez, abandona las clases que dicta en la Universidad, y, en contra de su familia y de sus consejeros, y gracias al apoyo de un par de amigos, emprende la filmación de su propia autobiografía.
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