Hairspray

Calificación: ***. Titulo original: Hairspray. Año de estreno: 2007. Dirección: Adam Shankman. Guión: Leslie Dixon basado en el musical de Mark O'Donnell, basado el guión de 1988 de John Waters. Actores: Nikki Blonsky, John Travolta, Amanda Bynes, Christopher Walken, Queen Latifah, Michelle Pfeiffer, James Marsden, Zac Efron, Elijah Kelley

Primero, en 1988, fue una pequeña película del excéntrico John Waters. Después, en 2002, por iniciativa del compositor Marc Shaiman, se trasformó en un exitoso musical de Broadway. Y ahora es una comedia cinematográfica de Hollywood inspirada en un musical de Broadway inspirado en un largometraje satírico de culto. Su titulo original es Hairspray. Y es, que es lo que nos importa, un espectáculo entretenido (una crítica al arribismo que se encuentra en el centro de todas las sociedades) que no nos deja olvidar los talentos ilimitados de Michelle Pfeiffer, Chistopher Walken y John Travolta. Su música, que recobra la estética de los años más “inocentes” de los sesenta, contribuye a hacer más tragable la crítica presente desde el guión original de Waters. Y su puesta en escena, coreografiada por el mismo director, siempre se reta a sí misma: quiero decir que nunca es perezosa, que busca, sin falta, la mejor manera, el mejor ángulo, para presentar la fábula que debe contar.

Cuenta la historia de una adolescente en el Baltimore de 1962, la gordita Tracy Turnblad, que no descansa hasta no cumplir el sueño de aparecer en un popular programa de televisión: The Corny Collins Show. La gruesa Tracy, que se gana a los espectadores con una velocidad mental que se ve poco en las celebridades, tendrá la oposición de una malvada productora encarnada por Michelle Pfeiffer, la fría Velma Von Tussle, que se resiste a un mundo en el que la gente obesa quepa en los televisores; tendrá el apoyo de su padre, Wilbur, un señor medio tonto interpretado por Christopher Walken como si hubiera recordado que no es necesario que haga siempre el papel de Christopher Walken; y soportará la mirada reprobatoria de su madre pasada de kilos, una dulce pero frustrada lavandera llamada Edna, que ha tenido la fortuna de ser personificada por un John Travolta despojado de vanidades. Ese gran elenco, que canta, baila y juega el juego tan bien, es el arma que le ha servido al director, al coreógrafo convertido en cineasta Adam Shankman, para hacer de esta una producción realmente divertida.

El público de ahora no suele sentirse cómodo frente a los musicales. Y es entendible, claro, en una época en la que se persigue el realismo más crudo o la fantasía más desbordada. La historia del cine, sin embargo, está llena de musicales maravillosos. Son películas elegantes, cargadas de humor, que en el fondo se parodian a sí mismas. Pensemos en Cantando bajo la lluvia, Mary Poppins o My Fair Lady. O, para no ir tan lejos, en Todos dicen te quiero, Chicago o A través del universo. Suéltate el pelo está a la altura de producciones tan sólidas como esas. Está muy por encima de tantas que se han estrenado últimamente. Y si uno acepta sus reglas del juego, desde el humor desfachatado hasta las coreografías, viéndola puede llevarse una sorpresa de las buenas.