Mamma Mia!

Calificación: **. Título original: Mamma Mia! Año de estreno: 2008. Género: Musical. Dirección: Phyllida Lloyd. Guión: Catharine Johnson. Actores: Meryl Streep, Amanda Seyfried, Pierce Brosnan, Colin Firth, Stellan Skarsgård, Dominic Cooper, Julie Walters, Christine Baranski.

Es una producción floja, alargada, torpe, con una puesta en escena realista que hace ver ridículas esas coreografías que sólo podrían suceder en un mundo fantástico. Pero Mamma Mía!, la adaptación cinematográfica de un musical exitosísimo tanto en Londres como en Broadway, ha recaudado 300 millones de dólares en las taquillas del planeta, ha alineado a los críticos menos neuróticos y ha vuelto a poner de moda las canciones de ABBA (aquel cuarteto pop sueco que bordea peligrosamente los terrenos de la más melosa música ambiental) hasta el punto de crear la sensación de que se trata de una buena película. No, no lo es. Tampoco es una mala experiencia: tiene algunos momentos divertidos. Pero se queda corta en la locura que es, en esencia, un musical. Y en cambio se le va la mano en la bobada.

El musical, que le ha dado al cine clásicos como Cantando bajo la lluvia o Mary Poppins, y que visto tal como es, como una rama alegre, esperanzadora y contagiosa de la fantasía, en verdad es un género maravilloso, no tiene la culpa de que Mamma Mía! pierda tanto tiempo en escenas que sobran, meta a como dé lugar las canciones de ABBA en la historia de una joven que quiere saber quién es su padre antes de casarse, y ponga al pobre Pierce Brosnan a menearse mientras entona una balada de segunda. Sabemos bien que “entre gustos no hay disgustos”. Que puede pasar que a alguien se le haga un nudo en la garganta cuando oiga Chiquitita. Pero pongámonos de acuerdo: gústenos o no, Mamma Mía! sigue siendo perezosa, repetitiva y mal coreografiada.