Elizabeth: The Golden Age
Calificación: **1/2. Título original: Elizabeth: The Golden Age. Año de
estreno: 2007. Género: Drama. Dirección: Shekhar Kapur. Guión: William
Nicholson y Michael Hirst. Actores:
Cate Blanchett, Geoffrey Rush, Clive Owen, Abbie Cornish, Samantha Morton,
Jordi Molla, Rhys Ifans, Adam Godley, Tom Hollander.
Primero, una lista de razones para ver Elizabeth: la edad de oro: seguir el
paso de aquella turbulenta vida que este mismo director, el indio británico
Shekhar Kapur, comenzó a contarnos hace una década en la excelente Elizabeth; asistir a un espectáculo
gigantesco, cargado de escenarios, de vestuarios, de tomas aéreas, de esos que
se hacen poco desde los días de Ben Hur;
darse cuenta por enésima ocasión de que el poder suele estar en manos de
mezquinos como cualquiera; disfrutar con el trabajo de un elenco ideal en el
que Clive Owen, para poner un ejemplo, encarna al viajero Walter Raleigh con
una convicción que convence desde la primera escena; y ver de nuevo a Cate
Blanchett en el papel que la convirtió en la gran actriz del cine de hoy: la
llamada “reina virgen” de Inglaterra, última monarca de la dinastía Tudor, se
ha vuelto una presencia poderosa, igual que ella, con el paso de los años.
Segundo, una aclaración que puede encauzar a un par de
espectadores: resulta extraño que con semejantes elementos, un elenco de
ensueño, una vida memorable para contar y una puesta en escena suntuosa, el
resultado no sea una producción extraordinaria. Quizás el problema sea que
prefiere retratar una situación a narrar una historia. No quiere hablar ni de
conspiraciones políticas ni de culpas que se resuelven a la fuerza, como lo
hacía su bella antecesora, sino de los sentimientos que naufragan detrás del
trono. Pero “hablar” no es contar. Y Elizabeth:
la edad de oro cansa porque no vamos al cine a que nos expliquen nada sino
a saber lo que pasó.