Es una comedia romántica predecible, quizás, incluso, inverosímil, pero se lo va ganando a uno a punta de pequeños detalles. Se queda sin fuerza en la mitad del segundo acto, a falta de obstáculos para que se dé el romance que se nos ha prometido desde el principio, pero sus dos personajes principales son tan humanos, y están tan bien compuestos, que terminamos por bajar la guardia cuando se acerca la resolución. Eres muy guapo, la primera película dirigida por la actriz francesa Isabelle Mergault, es el retrato compasivo de un campesino francés (encarnado por Michel Blanc) que se sobrepone a la muerte de su esposa gracias a una mujer rumana a la que conoce por medio de una agencia matrimonial. El personaje en cuestión, un hombre frágil, mentiroso y encerrado en sí mismo llamado Aymé Pigrenet, pasará por mil situaciones aparatosas antes de reconocer lo que está sintiendo. Su amada importada de la pobre Rumania, Elena, una persona alegre que llora cada vez que piensa en su hija de seis años, tendrá que llenarse de dinero para caer en cuenta de lo que en verdad necesita.