Calificación: **1/2. Titulo original: Francis Lawrence. Año de estreno: 2007. Género: Ciencia ficción. Dirección: Francis Lawrence. Guión: Mark Protosevich y Akiva Goldsman, basado en el guión de 1971 escrito John William Corrington y Joyce Corrington, basado en la novela de Richard Matheson. Actores: Will Smith, Alice Braga, Charlie Tahan, Salli Richardson, Willow Smith, Darrell Foster.
Esta es la tercera vez que Soy leyenda, la novela de Richard Matheson, se convierte en una película de Hollywood. Vincent Price interpretó en 1964 al científico que sobrevive a la hecatombe (la desaparición de la humanidad entera) en El último hombre sobre la tierra. Charlton Heston encarnó en 1971, en The Omega Man, a ese hombre que hace lo que puede para no enloquecerse ante la posibilidad de que no quede nadie más en el mundo. Y ahora es Will Smith quien deja todos sus nervios en el papel de un tipo acosado, como cualquier héroe de PlayStation, por una raza de zombis envenenados por el terrible virus que acabó con todos los seres humanos. Así es. Esta versión de Soy leyenda es, sobre todo, una gran actuación de Will Smith. Desde que Tom Hanks se pasó más de una hora solo en la pantalla, en la isla de Náufrago, no se veía en el cine norteamericano una actuación tan valerosa. Smith recorre la desolada Nueva York, pierde la cabeza, ríe y llora sin nadie a quien mirar a los ojos (lo acompaña, nada más, un perro pastor alemán que se ha salvado de la debacle), como si estuviera empeñado en retar su talento.
La película tiene imágenes estupendas. Y a la larga es un relato entretenido, cargado de efectismos de videojuego, que (en la línea de Exterminio o Los hijos del hombre) inquietará a los espectadores más desprejuiciados. Pero cae, como las dos versiones anteriores que se han filmado de la novela, en una solemnidad que tarde o temprano produce risa. Las frases finales son el mejor ejemplo de esa grandilocuencia que no funciona del todo.