Calificación: **1/2. Titulo original: En la ciudad. Año de estreno: 2003. Dirección: Cesc Gay. Guión: Tomás Aragay y Cesc Gay. Actores: Mónica López, Eduard Fernández, María Pujalte, Alex Brendemühl, Vicente N'Dongo, Chisco Amado, Leonor Watling, Miranda Makaroff.
Es como un año de vida: a veces se detiene, a veces alcanza las velocidades de una montaña rusa, a veces avanza igual que la naturaleza. Espía las rebuscadas crisis sentimentales de un grupo de amigos en la glamorosa Barcelona de estos años. Va de la comedia al drama a costa de sus propios personajes –a quienes pone en riesgo como a piezas de un ajedrez- con una sensibilidad que por momentos hace pensar en largometrajes corales del estilo de Hannah y sus hermanas o Como una imagen. No podría citársela en la misma lista de esas producciones estupendas, no, sus personajes son curiosamente desagradables (no logran enamorarnos antes de revelar sus deslices humanos), pero habría que describirla con las mismas palabras con las que se describe a aquellas: como el retrato revelador de una pequeña comunidad que vive los dilemas diarios que vivimos todos.
En la ciudad es un largometraje bien filmado. Conmueve. Divierte. Incomoda. O sea que, si no fuera una película, sino una persona, podría irse a dormir con la paz que produce una labor cumplida. Se iría a la cama sin darse cuenta, eso sí, de que a sus héroes les hace falta la mitad del espíritu. Y cerraría los ojos sin notar que sus actores han hecho lo mejor que han podido para encarnar a sus personajes (una librera que rechaza a un torpe pretendiente, un profesor de colegio que se ha encaprichado con una alumna, una galerista que explora sus tendencias homosexuales, un arquitecto que sospecha que su mujer le es infiel), pero que jamás habrían podido hacerlo del todo porque desde el papel eran personajes a medias.