Half Nelson

Calificación: ***. Título original: Half Nelson. Año de estreno: 2006. Dirección: Ryan Fleck. Guión: Ryan Fleck y Anna Boden. Actores: Ryan Gosling, Shareeka Epps, Nathan Corbett, Tristan Wilds, Tina Holmes, Anthony Mackie, Karen Chilton.  

Lo más triste del protagonista de Half Nelson, un muy joven profesor de colegio llamado Dan Dunne, es que no se da cuenta de que está hablando de sí mismo cuando les está hablando a sus estudiantes sobre las grandes vergüenzas de los Estados Unidos. Dunne pasa, quizás, por la peor época de su vida. Su afición a las drogas se ha convertido en una adicción devastadora que no lo deja en paz ni un minuto del día. Su cabeza no se detiene. Sus investigaciones sobre la filosofía de la historia se han quedado a medio hacer. El libro de niños que ha querido escribir desde que tiene memoria ha empezado a ser uno de esos proyectos que se aplazan mes por mes. Pero una amistad inesperada lo llevará a notar, en la última escena del drama, que está viviendo en carne propia la teoría de la que tanto les habla a sus alumnos: la historia (su propia historia) como una suma de cambios causados por fuerzas opuestas.

Aquella amiga inesperada, su discípula Drey, una adolescente negra que hace lo mejor que puede para no dejarse devorar por un barrio que quiere convertirla en otra vendedora de drogas, se le irá convirtiendo en la fuerza opuesta que lo hará contemplar la posibilidad de recobrar sus nervios.

Y todo se irá dando poco a poco, de escena en escena, con una serie de diálogos que callan a tiempo, con un ritmo pausado que le hará bien a la trama sencilla, con una sabia cámara al hombro que captará siempre la imagen adecuada. Y, más que todo, con dos interpretaciones maravillosas que vuelven a llevarnos a la idea de que el cine más interesante de ahora es el cine independiente norteamericano: la actuación de la niña Shareeka Epps, que ya había encarnado a Grey en un cortometraje titulado Gowanus, Brooklyn (2004), es una lección de contención; el premiado trabajo de Ryan Gosling, que le entrega todo su espíritu a la desoladora decadencia del profesor Dunne, le hace un lugar (junto a Jake Gyllenhaal, Joaquin Phoenix y Leonardo Di Caprio) en la lista de los mejores actores de su generación.

Cierta atmósfera de tesis entorpecerá, por momentos, la trama. Pero, en tiempos en los que tantos cineastas parecen huirles a las posiciones políticas, hará aún más interesante la experiencia de ver Half Nelson. Que, aparte de tener un título extraño que se refiere a una llave de lucha libre, además de poner en evidencia que todos los dramas hablan sobre el intento de ponerse en los zapatos del otro, recuerda que las cosas funcionan en un relato cuando lo protagonizan personajes verosímiles, cuando notamos que sus héroes son igual de frágiles que nosotros y se los sigue hasta la tumba como si fueran verdaderos amigos. La angustia que se siente mientras se ve esta película es la misma angustia que se siente cuando se pasa por un mal momento en la vida. Y ese, sustituir a la vida, es el más grande logro al que puede aspirar el cine.