Pequeña Miss Sunshine

Calificación: **1/2. Titulo original: Little Miss Sunshine. Año de estreno: 2006. Dirección: Jonathan Dayton y Valerie Faris. Guión: Michael Arndt. Actores: Greg Kinnear, Toni Collette, Steve Carell, Abigail Breslin, Paul Dano, Alan Arkin. 

No vino de la nada. Pertenece a toda una raza de películas, esas supuestas "películas independientes" que cuestan lo que cuestan diez largometrajes colombianos, que comenzaron a rondar los teatros norteamericanos desde los setenta, pero que en las últimas dos décadas, impulsadas por el festival de Sundance y por los mismos estudios de siempre (que han fundado divisiones independientes para captar al público que detesta los productos de Hollywood), se han convertido en una presencia en los alquileres de video, los canales de televisión y los incontables galardones que se entregan en los dos primeros meses de cada año. Rushmore, Entre copas, Perdidos en Tokio, The Station Agent y Puedes contar conmigo son algunas de las más logradas de los años pasados. Habría que agregar a la lista, en teoría, esta Pequeña Miss Sunshine que acaba de ganar un par de premios Óscar.

Y que es, en el mejor de los casos, una comedia ligera, agradable, inofensiva, que hace digeribles los temas típicos del cine independiente norteamericano: las familias disfuncionales, la frustración a la que lleva la carrera hacia el éxito, la dureza de la vida suburbana. El final conmovedor, la imagen del bus amarillo descompuesto, y la familia extravagante que la protagoniza (el abuelo heroinómano, el hijo que se ha impuesto un voto de silencio, el tío suicida, el padre patético, la niña que quiere ganar un perturbador reinado infantil) pueden llevarnos a pensar que se trata de una gran película. Bien pensada, sin embargo, resulta ser un divertimento desarticulado, "cine independiente" para dummies.