Revelaciones

Calificación: **1/2. Título original: What lies beneath. Año de producción: 2000. Dirección: Robert Zemeckis. Actores: Harrison Ford, Michelle Pfeiffer, Diana Scarwid, Joe Morton. Guión: Clark Cregg. Música: Alan Silvestri.

Claire Spencer vive aterrada. Está sola todos los días en su inmensa casa en Vermont. Su esposo, el doctor Norman Spencer, trabaja todo el día en una importante investigación científica y no tiene tiempo para ella. Su hija acaba de entrar a la Universidad y está muy ocupada con su propia vida. Y ella, que ya no toca el chelo, y aún se recupera de un horrible accidente automovilístico, ya no soporta las voces extrañas y las siluetas fantasmales que recorren la mansión.

Su esposo ya no puede más. Después de un tiempo, preocupado por sus nervios, le aconseja consultar a un psiquiatra. Y el especialista, contra todos los pronósticos, le hace ver que sí es posible la presencia de un espíritu en su casa. Los fantasmas son, por definición, seres del pasado que no se conforman con la resolución de sus vidas. Quizás la familia Spencer aún no ha pagado todas sus culpas. Quizás deban ponerse en contacto con el más allá para así sentirse tranquilos.

Robert Zemeckis, el director de Forrest Gump, Volver al futuro y ¿Quién engañó a Roger Rabbit?, aún no había tenido la oportunidad de filmar una película de suspenso de esas que Alfred Hitchcock, si viviera, habría querido filmar. Todos los directores de cine lo hacen alguna vez. Y él, uno de los más talentosos de los últimos tiempos, no podía ser la excepción. El problema es que aunque la primera hora de Revelaciones nos remite de inmediato a los más inquietantes trabajos del maestro inglés, la segunda nos lleva a pensar en una película de terror de viernes por la noche: se buscan los gritos como sea, el humor no aparece por ninguna parte y, aunque los actores despliegan todo su talento, la trama se diluye en el absurdo. Es una lástima.