Superman regresa

Calificación: ***. Titulo original: Superman returns. Año de estreno: 2006. Dirección: Bryan Singer. Guión: Michael Dougherty y Dan Harris, basado en los personajes creados por Jerry Siegel y Joe Shuster. Actores: Brandon Routh, Kate Bosworth, Kevin Spacey, James Marsden, Parker Posey, Frank Langella, Sam Huntington, Eva Marie Saint, Marlon Brando, Tristan Leabu. 

Desde los créditos del principio, los mismos créditos en relieve de la producción original de 1978, Superman regresa nos tiene de su lado. La nostalgia se apodera, muy pronto, de nuestro espíritu crítico: de los gigantescos parlantes del teatro viene la emocionante banda sonora compuesta en aquel entonces por John Williams; el villano Lex Luthor, ese conmovedor genio sin suerte, regresa a la caverna de cristales que conocimos a fondo en la segunda entrega (de 1980) de la serie cinematográfica; el actor protagonista, Brandon Routh, viste con orgullo aquel disfraz de otros tiempos e interpreta al superhéroe como si quisiera hacerle un homenaje a la inolvidable actuación del tristemente fallecido Christopher Reeve; y, por medio de un par de escenas que los editores de la versión del 78 dejaron por fuera, Marlon Brando vuelve, desde la tumba, a encarnar al padre del protagonista. Y nosotros somos, de nuevo, niños que pasan por alto las leyes de la física, de la lógica, de la decepcionante vida diaria.

La nostalgia no es sólo la forma sino también el tema de Superman regresa: mientras el espectador se entrega a una era dorada en la que los diarios creaban la vida, los héroes guiñaban el ojo y los hombres ruines sólo querían tomarse el universo, nuestro superhéroe en mallas vuelve a la tierra después de un misterioso viaje de cinco años por los paisajes derruidos de su planeta; su identidad secreta, el tímido periodista Clark Kent, recupera la oficina que tuvo en los años de gloria del Daily Planet; y su colega Luisa Lane, la más intrépida reportera del periódico de Metrópolis, convertida ahora en una dulce madre soltera, se reencuentra con el amor de su vida, el semidiós de las botas, el calzoncillo y la capa roja, justo cuando va a recibir el premio Pulitzer por un artículo titulado ¿Por qué el mundo no necesita a Superman? Y entonces, con la vuelta del superhombre, un presente para cínicos es reemplazado por un pasado en el que las plegarias sí eran oídas. La descreída gente de hoy, dentro y fuera de la ficción, queda otra vez en manos de la visión de rayos equis, el cuerpo de acero y el mechón de pelo sobre la frente. La kriptonita causa, de nuevo, terribles escalofríos. Y –esto es lo más sorprendente de la nueva aventura- un hijo se vuelve padre porque no hay otra forma de sobrevivir a la nostalgia.

Si algo enseñan el Spiderman de Sam Raimi, el Batman inicia de Christopher Nolan y este Superman regresa de Bryan Singer (el mismo que puso a los X-Men en el mapa del cine), es que conviene entregarles la dirección de la adaptación cinematográfica de un cómic a esos fanáticos que lo coleccionaban cuando eran niños. A Singer le hacía falta Superman. Y su gran logro, en esta divertida película que quizás depende más de la cuenta de nuestra buena disposición, es convencernos de que también nos hacía falta a nosotros.