Calificación: **. Título original: R. V. Año de estreno: 2006. Dirección: Barry Sonnenfeld. Guión: Geoff Rodkey. Actores: Robin Williams, Cheryl Hines, Joanna Levescue, Josh Hutcherson, Jeff Daniels, Kristin Chenoweth.
El Chevy Chase de los años ochenta habría estado perfecto en el papel protagónico de Locas vacaciones sobre ruedas: sólo Chase, en los zapatos de ese papá medio idiota que interpretó en sus películas de aquella época, habría podido salvarnos de la obviedad, darle sentido a una trama tan predecible. Pero ojo: el talentoso Robin Williams, protagonista de este pequeño desastre en la etapa menos gritona de su carrera (una etapa que incluye, gracias a Dios, papeles serios como los de Insomnia o Retratos de una obsesión), esta vez no tiene la culpa de nada. El problema es un guión desanimado que se limita a repetir, uno por uno, los clichés de esas comedias en las que un padre agobiado recupera, a la fuerza, el afecto de su familia. Y la gran sorpresa es que el director, Barry Sonnenfeld, célebre por comedias de humor negro de la altura de Hombres de negro, El nombre del juego y La familia Adams, enfrenta con inesperada dulzura los peores hechos de la patética aventura que vive aquella familia, la familia Munro, a bordo de una aparatosa casa rodante.
Así uno llegue de buen ánimo al teatro, así espere una tontería de esas que sabemos que existen, quedará decepcionado. Tal vez en un par de años, cuando reemplace a la muy superior El regalo prometido en aquel horario muerto de los lunes festivos, nos dé exactamente lo mismo que (teniendo en cuenta el talento de los involucrados) no sea tan buena como podría ser. Por lo pronto, en la tarea de determinar si vale la pena verla, lo mejor que podemos hacer es advertir la decepción que causan sus chistes fallidos.