Calificación: ***1/2. Título original: La cerca. Año de producción: 2005. Guión y Dirección: Rubén Mendoza. Actores: Hernán Méndez, Daniel Páez.
Es algún 31 de diciembre en algún lugar de Boyacá. Han pasado diez años desde que el campesino Francisco Maldonado perdió a su madre. Y su padre, Don Juan Cristo Maldonado, dispuesto a cumplir la promesa de tumbar la cerca que divide en dos el terreno familiar, acaba de llegar hasta su puerta. ¿De qué pueden hablar esas dos personas retraídas, miedosas, que sólo tienen en común haber perdido a la misma mujer? De ella, claro. De la inminente destrucción de la cerca. De los tiempos violentos en los que el papá asesinaba a sangre fría a los opositores políticos que se encontraba por el camino. Y de las pesadillas que ha tenido que soportar el hijo (se ha acostumbrado a pellizcarse las manos para saber si está despierto) durante todos esos años.
La cerca, un cortometraje dirigido con buen pulso por el cineasta Rubén Mendoza, es la cuarta producción de un proyecto cultural, Día Fragma, empeñado en demostrar que las películas hechas en el país son viables desde el punto de vista comercial. Entra en la tradición del cine colombiano de la violencia (es desconcertante oír comentarios como "por fin se está tratando el tema del conflicto armado"), que cuenta con ejemplos tan importantes como El río de las tumbas (1964) y Cóndores no entierran todos los días (1984). Su mirada a la tragedia del país sorprende, como debe ser, por una serie de imágenes fascinantes, imborrables: las púas iluminadas por el fuego, la bolsa de orejas sobre una roca del río y los sueños oscuros del protagonista le impiden caer en los discursos que sabemos de memoria.