Calificación: **. Título original: Uptown Girls. Año de producción: 2003. Dirección: Boaz Yakin. Guión: Julia Dahl, Mo Ogrodnik, Lisa Davidowitz. Actores: Brittany Murphy, Dakota Fanning, Marley Shelton, Donald Faison, Heather Locklear, Jesse Spencer.
Quisiéramos estremecernos, por las razones de siempre, ante los momentos dramáticos de Pequeñas grandes amigas. Pero lo que en verdad nos asombra de esta pequeña película, que podría tener comerciales cada quince minutos, son todas las escenas sin pies ni cabeza que la componen. Somos nosotros, el público, quienes salvamos a los personajes borrosos y a la trama esbozada de caer en el desastre. Si no deseáramos con tanta fuerza que fuera una experiencia que valiera la pena, si no sintiéramos cierta empatía con las dos actrices protagonistas desde historias anteriores, si no hubiéramos visto tantas veces los cortos de promoción, seguro que estaríamos ante uno de los peores dramas o de las peores comedias que han aparecido en la cartelera de los últimos meses. ¿En qué otro largometraje podemos encontrar desfalcos, traiciones a la amistad, enfermedades terminales, traumas de la infancia e infidelidades tan ligeras, tan poco importantes, tan salidas de la nada?
Describamos, para redondear la idea, el punto de partida del relato: la hija de una famoso cantante de rock fallecido en un accidente aéreo, una caprichosa mujer de veintidós años llamada Molly Gunn, pierde todo el dinero que le ha dejado su padre y se ve forzada a cambiar de vida y a cuidar a una niña fría, seria y reservada, para conseguir algo de dinero. Las preguntas son: ¿resultan memorables los personajes que se encuentra por el camino?, ¿su relación con esa niña triste consigue conmovernos?, ¿hemos sido testigos de la redención de una vida verosímil? Quien responda "sí" debe considerarse afortunado.