Calificación: *. Título original: Twisted. Año de producción: 2004. Dirección: Philip Kaufman. Guión: Sarah Thorp. Actores: Ashley Judd, Samuel L. Jackson, Andy Garcia, David Strathairn, Russell Wong, Camryn Manheim.
Se ha vuelto una especie de género dentro del género: la engañosa película de suspenso en la que Ashley Judd interpreta a una detective que persigue a un psicópata (pensemos en las recientes Crimen en primer grado y Besos que matan) bajo la mirada de una figura paterna, un investigador al borde del retiro, que cree ciegamente en ella. Lo más curioso de todo no es que la fórmula se repita punto por punto (incluido un giro final tan inesperado que resulta ser el peor error de la trama) sino que tantos actores y directores talentosos se hayan prestado a ponerla en escena. Bueno, sí, todos tenemos que ganar dinero, pero ¿no puede hacerse algo un poco mejor con el mismo guión de siempre?, ¿no pueden los directores intentar una toma que valga la pena?, ¿no pueden los intérpretes arriesgarse a interpretar?
Acechada, la más reciente prueba de la mediocridad del subgénero, sigue a una tal Jessica Shepard en su primer caso como inspectora de la policía de San Francisco: su vida privada truculenta y su pasado tortuoso se le vienen encima cuando se da cuenta, bajo la mirada paterna del comisionado John Mills, de que el psicópata que persigue está asesinando a sus últimos amantes. Y ¿quién es el verdugo al que busca? No nos importa mucho. Porque todos, los productores, los personajes y los espectadores, nos hemos rendido sin remedio para ese momento. Y no nos interesa. El verdadero misterio que enfrentamos es cómo ha hecho el realizador Philip Kaufman, autor de Quills y Elegidos para la gloria, para desaparecer por completo en este relato risible.