Calificación: **. Título original: Gone in 60 Seconds. Año de producción: 2000. Director: Dominic Sena. Productor: Jerry Bruckheimer. Guión: Actores: Nicolas Cage, Angelina Jolie, Robert Duvall, Giovani Ribisi, Delroy Lindo. Touchstone Pictures.
60 segundos no es tan mala. Es la nueva versión de una película de culto protagonizada, escrita y dirigida por Henry "Toby" Halicki, un director de cine independiente fascinado con la velocidad, los accidentes y los carros destrozados, y famosa por los terribles riesgos que corrió su autor al volante, y, sobre todo, por una secuencia de cuarenta minutos en la que Eleanor, un Mustang del 74, es perseguido por sus enemigos.
Halicki murió en 1989, cuando, en una muy peligrosa escena de su tercera película, una torre de agua le explotó encima, pero Denice, su viuda, se encargó de preservar su nombre, y de negociar, con el preciso olfato comercial de Jerry Bruckheimer –productor de negocios tan rentables como Top Gun y La roca-, la realización, bajo la dirección de Dominic Sena, de una segunda versión de la historia.
60 segundos, ahora, es más sobre las estrategias que sobre los accidentes, y es la aventura de Randal "Memphis" Raines, un ladrón de carros que, después de regenerarse, regresa al negocio para salvarle la vida a su hermano. Su misión es casi imposible: debe reunir a su antiguo equipo de trabajo –todos, como él, se han regenerado- y robar, en menos de veinticuatro horas, cincuenta carros de lujo.
Como puede intuirse, los verdaderos protagonistas del relato son los carros y toda la diversión se encuentra centrada en los robos y las persecuciones, y, en consecuencia, cada vez que aparecen en escena diálogos, seres o sentimientos humanos –la amistad, el amor, el pasado, la familia- la película cae en el ridículo y produce una risa incontrolable. Pero es por eso, quizás, por lo que 60 segundos no es una película tan mala. Porque divierte gracias y a pesar de ella misma.