Fantasía 2000

Calificación: ***1/2. Título original: Fantasía 2000. Año de producción: 1999. Directores: Hendel Butoy, Pixote Hunt, Eric Goldberg, James Algar, Francis Glebas, Paul y Gaetän Brizzi. Presentadores: Steve Martin, Bette Midler, James Earl Jones, James Levine, Itzhak Perlman, Angela Lansbury, Walt Disney, Leopold Stokowski.

Fantasía, en su versión del año dos mil,no sólo nos conmueve, nos asombra y nos divierte, sino que nos recuerda, en medio de la cadencia de todas sus imágenes, que el cine no fue llamado "el séptimo arte" por un capricho, sino porque desde su comienzo se convirtió en una síntesis entre las artes espaciales y las artes temporales.

La idea de Walt Disney era la de crear un largometraje de dibujos animados que fuera una suma de historias construidas sobre la base de esenciales piezas de la música clásica, una obra abierta que, con el paso de los años, y los públicos, se corrigiera a sí misma, y que sólo conservara, en el proceso, los relatos más conseguidos. La primera versión de Fantasía, sin embargo, fue muy mal recibida por el público, y sólo después de cincuenta años, cuando una nueva generación descubrió toda su grandeza, el estudio, amparado en su mejor momento artístico y económico, tomó la decisión de continuar con el proyecto.

Fantasía 2000 es, entonces, como la original, una cadena de ocho relatos animados. El primero, creado a partir de la Quinta Sinfonía en Do menor, de Beethoven, nos presenta, por medio de una muy precisa combinación de imágenes, a unas pequeñas mariposas de colores que son perseguidas por sus enemigos. El segundo dibuja los Pinos de Roma de Respighi, pero resulta en la fabulosa historia de unas ballenas que, cansadas del mar y de sus días, deciden emprender el vuelo.

En el tercero, sobre la base de Rhapsody in Blue, de Gershwin, y de los trazos de Al Hirschfeld, asistimos a la inolvidable y más o menos triste jornada de cuatro caricaturas neoyorquinas. El cuarto, inspirado en el segundo Concierto para Piano de Shostakovich, cuenta, por medio de las más asombrosas técnicas de animación por computador, la tragedia del soldadito de plomo. El quinto, protagonizado por el Pato Donald, parodia el mito del Diluvio Universal a partir de las marchas de Pompa y Circunstancia de Elgar. Al final asistimos a la estupenda versión restaurada de El aprendiz de brujo, de Dukas, a una maravillosa puesta en escena del final de El carnaval de los animales, de Saint-Saëns, y a una solemne y deslumbrante ilustración del Pájaro de fuego de Stravinsky.

Y así recordamos, después del asombro y la felicidad, que a Walt Disney le fascinaba el cine por la misma razón por la que nos fascina a todos. Porque, si uno lo piensa, es un milagro. Porque las imágenes se mueven y nosotros podemos oír sus movimientos. Porque el cine comienza y termina en nuestros ojos.