Irreversible

Calificación: **1/2. Título original: Irreversible . Año de producción: 2002. Guión y Dirección: Gaspar Noé. Actores: Vincent Cassel, Albert Dupontel, Monica Bellucci, Jo Prestia.

Quiere provocarnos, despertarnos del sueño que nos producen las películas de moda, remover nuestra insensibilidad ante la violencia de todos los días. Quiere que pensemos seriamente, mientras la cámara da vueltas meditadas y la oscuridad se desvanece de escena en escena, en la posibilidad de salir indignados del teatro. Ocurre en el París de la noche, en los mundos laterales de cualquier ciudad, sin héroes a la vista ni soluciones a la mano. Es una tragedia al revés. Cuenta, desde el final hasta el comienzo, la terrible jornada de dos hombres, Marcus y Pierre, empeñados en vengar la brutal violación de la mujer de la que están enamorados. Corre el riesgo de ser uno de esos relatos que –puesto que son la puesta en escena de alguna importante teoría sobre el mundo- se comprenden mucho mejor durante una segunda lectura, pero que no consiguen imágenes o personajes o diálogos que la justifiquen.

Irreversible pasará a la historia del cine, sin lugar a dudas, por la escena de la violación despiadada en un pasadizo de la calle: esos ocho minutos, imposibles de ver sin acomodarse en el asiento un par de veces, son una prueba del compromiso de la actriz Monica Bellucci con los peligros de su profesión y el mejor ejemplo de los efectos que persigue su realizador, el francés Gaspar Noé, desde el principio del relato. Estamos, en suma, ante un largometraje que nos recuerda que, aunque lo intentemos, nunca podremos evadir los horrores de la realidad. Se trata de una obra valiente que no se disfruta en ningún momento, pero que es, a la larga, otra oportunidad para formar nuestro criterio.

Irreversible

Calificación: **1/2. Título original: Irreversible. Año de producción: 2002. Guión y Dirección: Gaspar Noé. Actores: Vincent Cassel, Albert Dupontel, Monica Bellucci, Jo Prestia.

Quiere provocarnos, despertarnos del sueño que nos producen las películas de moda, remover nuestra insensibilidad ante la violencia de todos los días. Quiere que pensemos seriamente, mientras la cámara da vueltas meditadas y la oscuridad se desvanece de escena en escena, en la posibilidad de salir indignados del teatro. Ocurre en el París de la noche, en los mundos laterales de cualquier ciudad, sin héroes a la vista ni soluciones a la mano. Es una tragedia al revés. Cuenta, desde el final hasta el comienzo, la terrible jornada de dos hombres, Marcus y Pierre, empeñados en vengar la brutal violación de la mujer de la que están enamorados. Corre el riesgo de ser uno de esos relatos que –puesto que son la puesta en escena de alguna importante teoría sobre el mundo- se comprenden mucho mejor durante una segunda lectura, pero que no consiguen imágenes o personajes o diálogos que la justifiquen.

Irreversible pasará a la historia del cine, sin lugar a dudas, por la escena de la violación despiadada en un pasadizo de la calle: esos ocho minutos, imposibles de ver sin acomodarse en el asiento un par de veces, son una prueba del compromiso de la actriz Monica Bellucci con los peligros de su profesión y el mejor ejemplo de los efectos que persigue su realizador, el francés Gaspar Noé, desde el principio del relato. Estamos, en suma, ante un largometraje que nos recuerda que, aunque lo intentemos, nunca podremos evadir los horrores de la realidad. Se trata de una obra valiente que no se disfruta en ningún momento, pero que es, a la larga, otra oportunidad para formar nuestro criterio.