Lo que una chica quiere

Calificación: *. Título original: What a Girl Wants. Año de producción: 2003. Dirección: Dennie Gordon. Guión: Jenny Bicks and Elizabeth Chandler, basado en un guión de William Douglas Home. Actores: Amanda Bynes, Colin Firth, Kelly Preston, Anna Chancellor, Oliver James, Jonathan Pryce, Eileen Atkins, Christina Cole.

No tenía por qué haber sido tan tonta. Nadie esperaba una sátira brillante, llena de apuntes sobre lo extraña que resulta la aristocracia en nuestros tiempos, pero sí, con semejante elenco, una comedia que no tratara a las niñas de colegio, el público elegido, como si no fueran capaces de entender diálogos inteligentes, personajes verosímiles y escenas dramáticas. Lo que una chica quiere convencerá a los menos exigentes de los menos exigentes: los demás, detrás de la ironía inglesa o de las historias que merezcan ser contadas, lamentarán no haberla alquilado en video para adelantar, con un simple botón, las incontables partes sin sentido.

Lo más interesante de esta oportunidad perdida –que es, en cualquier caso, una película inofensiva- es que se trata de una nueva versión de The Reluctant Debutante, de Vincent Minelli, estrenada en 1958. Y que, no obstante se basa en el guión del dramaturgo William Douglas-Home, no consigue convencernos de por qué sus personajes actúan como actúan. La historia es clara: Daphne Reynolds, un espontánea adolescente de 17 años que ha vivido toda la vida con su mamá, Libby, una roquera de buen corazón, viaja a Londres para cumplir el sueño de conocer a su padre, el señor Henry Dashwood, un político de la alta sociedad que se encuentra en el momento más alto de su carrera y en el más bajo de su vida privada.

No es claro por qué Daphne, Libby y Henry han esperado 17 años para darle paso a la historia ni por qué los libretistas se alejaron tanto del guión original de Douglas-Home. No es claro, sobre todo, por qué tuvieron que hacerla tan tonta.

Lo que una chica quiere

Calificación: *. Título original: What a Girl Wants. Año de producción: 2003. Dirección: Dennie Gordon. Guión: Jenny Bicks and Elizabeth Chandler, basado en un guión de William Douglas Home. Actores: Amanda Bynes, Colin Firth, Kelly Preston, Anna Chancellor, Oliver James, Jonathan Pryce, Eileen Atkins, Christina Cole.

No tenía por qué haber sido tan tonta. Nadie esperaba una sátira brillante, llena de apuntes sobre lo extraña que resulta la aristocracia en nuestros tiempos, pero sí, con semejante elenco, una comedia que no tratara a las niñas de colegio, el público elegido, como si no fueran capaces de entender diálogos inteligentes, personajes verosímiles y escenas dramáticas. Lo que una chica quiere convencerá a los menos exigentes de los menos exigentes: los demás, detrás de la ironía inglesa o de las historias que merezcan ser contadas, lamentarán no haberla alquilado en video para adelantar, con un simple botón, las incontables partes sin sentido.

Lo más interesante de esta oportunidad perdida –que es, en cualquier caso, una película inofensiva- es que se trata de una nueva versión de The Reluctant Debutante, de Vincent Minelli, estrenada en 1958. Y que, no obstante se basa en el guión del dramaturgo William Douglas-Home, no consigue convencernos de por qué sus personajes actúan como actúan. La historia es clara: Daphne Reynolds, un espontánea adolescente de 17 años que ha vivido toda la vida con su mamá, Libby, una roquera de buen corazón, viaja a Londres para cumplir el sueño de conocer a su padre, el señor Henry Dashwood, un político de la alta sociedad que se encuentra en el momento más alto de su carrera y a punto de casarse con su novia de siempre.

Lo que no es claro es ¿por qué Daphne, Libby y Henry han esperado 17 años para darle paso a la historia?, ¿por qué los libretistas se alejaron tanto del guión original de Douglas-Home?, ¿por qué tuvieron que hacerla tan tonta?