Calificación: ***1/2. Título original: Monsieur Batignole. Año de producción: 2002. Director: Gérard Jugnot. Guión: Gérard Jugnot y Philippe Lopes-Curval. Actores: Jules Sitruk, Gérard Jugnot, Michele García, Jean-Paul Rouve, Alexia Portal, Violette Banckaert, Daphne Baiwir y Götz Burger.
Al principio odiamos al señor Batiñol con todas nuestras fuerzas. No entendemos por qué cierra los ojos ante las injusticias ni por qué soporta las cantaletas de aquella esposa arribista. Pero pronto nos damos cuenta de que él, honesto dueño de la charcutería del barrio, no tiene la culpa de nada. Si se trata de encontrar a un enemigo, pensamos, ahí está su futuro yerno, Pierre-Jean Lamour, un detestable, mezquino, inescrupuloso aspirante a escritor que por todas partes ve buenos títulos para novelas que jamás escribirá y que se ha convertido en colaborador de la SS, en el París dominado por los nazis, para darle impulso a su carrera y ascender en la pirámide de la sociedad. El ingenuo señor Batiñol comprenderá las dimensiones de lo que está sucediendo cuando el hijo menor de los vecinos judíos, Simón, le pida que lo salve de los agentes alemanes y lo lleve de vuelta a los brazos de sus padres.
Se ve Los niños del señor Batiñol sin dejar de conmoverse ante las terribles experiencias que caen sobre el camino de sus personajes. Se valora su inteligente sentido del humor –que no pierde de vista los horrores de la narración- y se está atento a los giros de su argumento inspirado en hechos históricos. Se siente, mientras avanza, que mejora con el paso de los minutos y que recordaremos algunas de sus escenas durante varias semanas (no se nos olvida, por ejemplo, la de la pierna torcida del oficial del ejército enemigo) porque no sabremos nunca en dónde comienza el humor y en donde termina la angustia. El fuego cruzado de aquella guerra sigue siendo un tema que nos une.