Amores perros

Calificación: ***. Título original: Amores perros. Año de producción: 2000. Dirección: Alejandro González Iñárritu. Guión: Guillermo Arriaga. Actores: Emilio Echevarría, Gael García Bernal, Goya Toledo, Alvaro Guerrero, Vanessa Bauche, Jorge Salinas.

Es un horrible accidente de tránsito en Ciudad de México. Octavio huye de sus últimos errores –acaba de cometer un crimen, ha querido escapar con la novia de su hermano, ha utilizado a Cofi, su perro, para conseguir el dinero necesario-, cuando Valeria, una modelo española, atraviesa la misma avenida. Los dos automóviles chocan y el fracaso de esas vidas, que podía intuirse desde antes –Valeria se había ido a vivir, junto con Richi, su perro, al apartamento de un hombre casado-, explota en todos los sentidos. El Chivo, un ex guerrillero que prefiere los perros a los hombres, es testigo del choque. Y, en medio de la sangre y los gritos de auxilio, logra rescatar a Cofi, quedarse con el dinero de Octavio y comenzar, de esa manera, el proceso de su redención.

Alejandro González consigue, gracias al guión del novelista Guillermo Arriaga, una primera película que se da, entre otros, el lujo de ser tres películas y comenzar tres veces. Es un relato intenso y complejo. Detrás de su trama, como de la de cualquier película coral que juegue con las estructuras clásicas del guión –Magnolia puede ser un buen ejemplo-, hay una serie de intuiciones sobre la naturaleza de la vida humana. La principal es, al parecer, que las personas no son más o menos miserables que los perros. Es más: son salvajes, callejeras o domésticas. Están solas. Siguen a todas partes a quienes puedan darles amor. Y, como casi nunca lo reciben, viven en el desencanto y la violencia.

Amores perros es, como queda dicho, una película de lujos. Y tal vez por eso puede encantar o dejar frío. Los festivales, los críticos y el público han coincidido, hasta el momento, en que se trata de una muy buena película.