El orfanato

Calificación: ***. Titulo original: El orfanato. Año de estreno: 2007. Guión y Dirección: Juan Antonio Bayona. Actores: Belén Rueda, Fernando Cayo, Geraldine Chaplin, Roger Príncep, Mabel Rivera, Montserrat Carulla, Andrés Gertrudis, Edgar Vivar.

Es todo lo aterradora que puede ser una película. Tiene cuatro, cinco, seis secuencias que se nos aparecerán, de aquí en adelante, en nuestras pesadillas. Tiene una casa grande, cubierta de ruidosos pisos de madera, perdida en la oscuridad de un lugar alejado de todo. Tiene una protagonista frágil pero fuerte, Laura, que ha tomado la decisión de abrir de nuevo el orfanato en el que creció (la tenebrosa casa de la que hablamos) para convertirla en un hogar de paso para niños discapacitados. Y tiene dos acompañantes en peligro, su marido Carlos y su hijo adoptivo Simón, que serán acosados por un grupo de amigos imaginarios del niño (el niño que desaparecerá, de golpe, tras una rabieta) de la manera más horrenda que podamos imaginar.

El orfanato es una buena noticia. Hacía rato no aparecía, en las carteleras de cine del mundo, una película de horror que en verdad valiera la pena. Que asustara, que dejara sin aire. Que no recurriera a violines chillones ni a gritos tramposos para ponernos nerviosos. Y ésta mata de miedo a punta de trama. Vuelve al territorio asustador que han explorado producciones como Poltergeist, El resplandor o El sexto sentido: el espeluznante mundo de los fantasmas. Y vuelve con una buena historia contada por medio de imágenes elegantes. No podría pedirse más.

Podría preguntarse, si se piensa en los clásicos del género, si no es un gran error explicar el misterio, si la resolución no tendría que ocurrir en la cabeza del espectador, si no muere la película de horror cuando se atan los cabos. Pero no podría dudarse mucho más.