¿Y tú qué sabes?

Calificación: **1/2. Título original: What the Bleep Do We Know? Año de estreno: 2004. Dirección: William Arntz, Betsy Chasse, Mark Vicente. Guión: William Arntz, Betsy Chasse, Mark Vicente y Matthew Hoffman. Actores: Marlee Matlin, Elaine Hendrix, John Ross Bowie, Robert Bailey Jr., J. Z. Knight, David Albert, Fred Alan Wolf.  

Roger Ebert, el legendario crítico del Chicago Sun Times, definió este documental de manera inmejorable: "¿Y tú qué sabes? parece un choque en la sala de edición entre un par de cabezas parlantes, una parábola humana impenetrable y una comedia de dibujos animados alucinógena", escribió el 10 de septiembre de 2004, "las partes tienen tan poca conexión y se unen de manera tan extraña que la película parece una tarde pasando canales de televisión". No quería decir que verla fuera una mala experiencia. No lo dijo. No lo es. Quería advertir que estar ahí, frente a este largometraje insólito que prueba las bondades de ser una persona positiva desde el punto de vista de la física cuántica, es tan desconcertante como hacernos aquellas preguntas fundamentales: ¿qué hacemos aquí?, ¿por qué obramos como obramos?, ¿tenemos nuestro destino en las manos?

¿Y tú qué sabes? se ha convertido desde su estreno, el 6 de febrero de 2004, en una especie de película de culto. No sólo recaudó 16 millones de dólares en las taquillas del mundo, una suma nada despreciable para un documental, sino que dio lugar a una completísima edición especial en DVD que va de mano en mano por el planeta y comenzó un interesante debate sobre el futuro (mejor: puso de moda la pregunta por la existencia del libre albedrío) entre personajes disímiles venidos de la ciencia, la religión y la autoayuda. ¿Por qué ha sucedido todo esto? ¿Qué es esta producción? Una entretenida narración, plagada de recursos visuales que bordean el ridículo, que hace lo que puede para cerrar la brecha (abierta, se dice, en la era moderna) entre el saber y la fe. En ¿Y tú qué sabes?, una pieza de divulgación científica combinada con manual de superación personal, son entrevistados importantes físicos, teólogos, siquiatras, videntes, biólogos, en busca de una explicación a "por qué nos pasa lo que nos pasa". Y, para decir verdad, las intervenciones de todos tienden a ser iluminadoras, deslumbrantes, divertidas. Se queda uno, por momentos, con la boca abierta.

Las declaraciones de estos expertos, sin embargo, vienen acompañadas de una innecesaria historia de ficción que pretende ser un ejemplo de los milagros que se están explicando desde el principio: se trata del tontísimo drama de una amargada fotógrafa de matrimonios, Amanda, que no ha podido tener una relación de pareja desde que su esposo la dejó por otra, pero que justo ese día, como si escuchara a los gurús de la película, se convence de que lo mejor que puede hacer en la vida es pensar positivo. Hay una explicación científica detrás, claro, una razón de ser que viene desde la física cuántica, algo así como que "el principio de incertidumbre de Heisenberg sugiere que el observador modifica los fenómenos que observa", pero a nosotros nos queda la idea de que decirse "todo va a estar bien: todo está bien" es una buena manera de espantar los malos ratos.