Beowulf

Calificación: ***. Titulo original: Beowulf. Año de estreno: 2007. Género: Fantasía. Dirección: Robert Zemeckis. Guión: Neil Gaiman and Roger Avary. Actores: Ray Winstone, Anthony Hopkins, Robin Wright Penn, Angelina Jolie, John Malkovich, Brendan Gleeson, Crispin Glover, Alison Lohman.  

Una serie de preguntas distraen al espectador desde el principio de esta versión animada del Beowulf: si la idea es que la animación parezca real, si la meta es que olvidemos que sólo estamos viendo dibujos, ¿no sería mejor contar la aventura en forma de videojuego?, ¿por qué no filmarla más bien con actores de carne y hueso en paisajes verdaderos?, ¿para qué pintar con el computador a un rey idéntico a Anthony Hopkins cuando se le puede pedir al verdadero Hopkins, el Hopkins que sí tiene vida en los ojos, que interprete al personaje sobre un escenario?

La película es un triunfo. La leyenda escandinava llega, intacta, desde el poema anglosajón del siglo doce. La historia se sigue con emoción. Se ve con la boca abierta a Beowulf, el héroe gauta lleno de pequeñas fallas humanas, mientras salva al reino de Hrothgar de los ataques de un monstruo llamado Grendel; mientras se enfrenta a los encantos de la madre del esperpento; mientras se bate a muerte, convertido en un rey viejo, con un dragón que su propia arrogancia engendró. Pero la cabeza no deja de hacerse esos interrogantes.

El Beowulf de Robert Zemeckis, el experimentador que dio a luz Volver al futuro, Forrest Gump y El expreso polar, es un milagro de la tecnología. Un paso adelante en la animación por captura de movimiento. Pero lo que en verdad nos importa es la relevancia de aquel relato (vale la pena leer la cuidadosa edición que Norma publicó el año pasado en su colección Cara y cruz) que lleva diez siglos diciéndonos que sólo trasciende quien logra hacer las paces con el mundo.