Casanova

Calificación: **. Titulo original: Casanova. Año de producción: 2005. Dirección: Lasse Hallström. Guión: Jeffrey Hatcher y Kimberly Simi. Actores: Heath Ledger, Sienna Miller, Oliver Platt, Jeremy Irons, Stephen Greif, Natalie Dormer, Lena Olin. 

Suena a café descafeinado, a película en blanco y negro coloreada por computador, pero es exactamente así: esta película ha logrado convertir la historia de Giacomo Casanova, el más célebre seductor de mujeres del siglo 18, el mujeriego que confesó en su autobiografía haberse acostado con más de mil mujeres, en una comedia romántica políticamente correcta. En 1753, a punto de ser expulsado de Venecia por cuenta de sus andanzas, Casanova se ve obligado a lo impensable: conseguir una esposa. Pero, en nombre de los enredos a los que aspiran los relatos de humor, se enamorará de la feminista Francesca, se verá perseguido por el inquisidor Pucci y tendrá que burlar la ira del torpe Papprizzio. Las escenas de sexo parecerán un juego. Los actores parecerán niños en vacaciones. Y su trama dependerá de una serie de chistes que, aunque de vez en cuando darán en el blanco, seguro parecían más chistosos en el momento en que fueron escritos.

Lo más extraño de Casanova puede ser, sin embargo, que el director sea el sueco Lasse Hallström. Que sí, claro, se ha convertido en el cineasta de las aventuras de superación personal filmadas como si fueran dramas dignos del Óscar (pensemos en la confusa Atando cabos o en la empalagosa Chocolate), pero siempre será el hombre que dirigió Mi vida como un perro, Las reglas de la vida y ¿A quién ama Gilbert Grape? Su contribución, esta vez, parece reducirse a la buena factura de las pocas escenas dramáticas. Y a una energía desbordada que ni siquiera ha podido canalizarse en la sala de montaje.