Una serie de eventos desafortunados

Calificación: **1/2. Título original: Lemony Snicket's A Series Of Unfortunate Events. Año de producción: 2004. Dirección: Brad Silberling. Guión: Robert Gordon basado en los textos de Lemony Snicket. Actores: Jim Carrey, Meryl Streep, Jude Law, Emily Browning, Liam Aiken, Kara y Shelby Hoffman, Billy Connolly, Timothy Spall, Catherine O'Hara.  

El tal Lemony Snicket que firma las historias de Una serie de eventos desafortunados –y que hasta hoy ha redactado once populares libros para niños protagonizados por tres huérfanos de apellido Baudelaire– en realidad es un respetado narrador al margen llamado Daniel Handler. El enigmático seudónimo, tan conocido en las bibliotecas infantiles de estos años, le sirvió al autor como identidad secreta mientras investigaba organizaciones de ultraderecha para la escritura de su primera novela. Y se volvió su verdadero nombre cuando la editora Susan Rich, en ese entonces de Simon and Schuster, lo animó a que entrara en el universo de las aventuras fantásticas ilustradas con la misma rabia con la que hacía unos meses había entrado en el gastado mundo de las obras adultas. "Y ahora estoy en la lista de best séllers del New York Times gracias a un volumen escrito por Lemony Snicket", dijo hace cinco años en una entrevista: no imaginaba, en ese punto, que algún día sus personajes lúgubres llegarían a originar esta esmerada película protagonizada por el admirable Jim Carrey.

La producción consigue que los tres primeros libros de la serie, Un mal comienzo, La habitación de los reptiles y La ventana abierta, parezcan una sola historia. Pero, empeñada en mostrarnos eventos desafortunados, preocupada por demostrarnos que es un poco más ingeniosa que los usuales relatos del género, termina por volverse un ejercicio de estilo que no nos involucra del todo, una suma de caricaturas que de vez en cuando nos conmueve. No, no es que sea otra pérdida de tiempo ni una tontería que deba dejarse de lado. Es que no es tan buena como ella misma cree. Y, en medio de sus esfuerzos por enredarlo todo a más no poder, tiende a dejar a su público con la sensación de que algo ha hecho falta: creo que lo más probable, a pesar de la innegable contribución del mismo Brad Silberling que dirigió los duelos de Casper y La vida continúa, es que se trate del corazón roto que uno imagina detrás de las grandes aventuras para niños.

Que no quepa duda, en cualquier caso, de que este Lemony Snicket es un relator intoxicado por la literatura: todo comienza cuando aquellos tres huérfanos que cargan el apellido Baudelaire como tres poetas malditos, una niña inventora, un niño lector y una bebé mordedora, reciben la noticia de la muerte de sus padres por parte de un hombre serio conocido como el señor Poe; sigue en el castillo de un conde más o menos gótico, con ínfulas de actor, que quiere desangrarlos económicamente; se resuelve gracias al mensaje enviado en una serpiente, a la carta cifrada que ha escrito a mano una tía obsesionada con la gramática, a la obra de teatro en la que una firma puede cambiar todo un destino. Que quede eso, la moraleja "una palabra puede modificar una vida", de esta bienintencionada comedia sobre perder a las personas que queremos.