No sos vos, soy yo

Calificación: **. Título original: No sos vos, soy yo. Año de producción: 2004. Dirección: Juan Taratuto. Guión: Cecilia Dopazo y Juan Taratuto. Actores: Diego Peretti, Soledad Villamil, Cecilia Dopazo, Hernán Jiménez, Marcos Mundstock, Luis Brandoni, Ricardo Merkin, Rolly Serrano.  

Tendrían que parecernos graciosos los chillidos del protagonista, Javier, un torpe cirujano interpretado por Diego Peretti, para sentir que estamos viendo la comedia que los afiches de promoción nos habían prometido. Porque el doloroso punto de partida de este desigual largometraje argentino (un tipo arrogante, seguro de sí mismo, trata de volver a ser quién era tras recibir la noticia de que su esposa lo ha dejado por un viejo) nos es expuesto de manera realista, sin bromas ni pausas, hasta contagiarnos una apatía que nos acompañará durante los siguientes noventa minutos de la proyección. No sos vos, soy yo no es una mala película, no, pero podría ser la divertida "historia de amor tipo Woody Allen" que pretende ser, o al menos un buen drama sobre la forma en que nos recuperamos de los peores golpes que recibimos en la vida, si sus personajes, en especial las mujeres, no fueran esos seres borrosos, perdidos en una serie de situaciones bochornosas que parecen diseñadas por los productores del programa de televisión Cámara escondida. Sólo la presencia de Marcos Mundstock, locutor del grupo Les Luthiers, la salva de ser un tango empeñado en convencernos de que no está contándonos desgracias: el siquiatra que interpreta nos devuelve, durante una sola escena, al absurdo que habría podido darle sentido al relato.

Sin duda la presencia de No sos vos, soy yo, igual que la de otra obra argentina, la sensible Conversaciones con mamá, seguirá oxigenando la estrecha cartelera de cines de estas semanas. Será una pena, claro, que no se trate de una narración notable.