Génesis

Calificación: **1/2. Título original: Genesis. Año de producción: 2004. Dirección: Claude Nuridsany y Marie Pérennou. Narrador: Sotigui Kouyaté.  

Nos recuerda, apenas comienza, que somos parte de una tribu, la tribu de todos los hombres. En la oscuridad de la pantalla aparece el actor africano Sotigui Kouyaté, conocido en los cineclubes por breves papeles en películas de Bernardo Bertolucci, Stephen Frears y Jonathan Demme, ahora convertido en un viejo sabio que se dispone a contarnos –su voz pretende volvernos niños que ven el mundo por primera vez- cómo ha hecho la vida para abrirse paso en donde algún día no hubo nada. Muy pronto, de la mano de su narración, descubrimos que cada día que vivimos tiene algo de milagro, que la naturaleza sigue inventándose a sí misma sin detenerse. Y así, de escena en escena, el nuevo documental de los franceses Claude Nuridsany y Marie Pérennou, realizadores de la extraordinaria Microcosmos, empieza a quedarse sin aire, a trasformarse en una importante clase de biología (lo digo sin ironía) que quizás aprovecharán mejor, en beneficio de sus alumnos, los abnegados profesores de la materia. Las imágenes nunca dejarán de ser extraordinarias (quién podría resistirse a ver esa pequeña serpiente que se traga en segundos un huevo gigantesco), pero pronto se limitarán a ser buenos ejemplos de una idea que hemos entendido en los minutos iniciales.

La clave para disfrutar Génesis es, pues, tomársela como una serie de pruebas de que le debemos al universo esta realidad que damos por sentada. Vista así, de prueba en prueba, de imagen en imagen, nos recordará lo ridículos e innecesarios que son nuestros dilemas humanos.