Batman inicia

Calificación: ***. Título original: Batman Begins. Año de producción: 2005. Dirección: Christopher Nolan. Guión: Christopher Nolan y David S. Goyer, basado en los personajes creados por Bob Kane. Actores: Christian Bale, Michael Caine, Liam Neeson, Morgan Freeman, Gary Oldman, Ken Watanabe, Katie Holmes, Cillian Murphy, Tom Wilkinson, Rutger Hauer.  

Las películas de gran presupuesto suelen recurrir a explosiones "nunca vistas" para resolver secuencias determinantes. Sobre todo cuando sus realizadores sienten que algo está haciéndoles falta a esos momentos, cuando creen que no es suficiente lo que está pasándoles a sus personajes, que la trama se les está saliendo de las manos y que sólo se justifica una escena de acción si los espectadores piensan "todo esto tuvo que costar mucho dinero". Batman inicia está repleta de estallidos: cada vez que el ridículo se asoma, cada vez que los hechos parecen estar sucediendo "porque sí", el escenario se deshace en llamas o salta por la pantalla hecho pedazos. Y es extraño que ocurra, claro, porque aparte de eso, y del uso más bien torpe de ciertos recuerdos del protagonista, se trata de un largometraje serio, enérgico, convencido, que respeta profundamente la leyenda de aquel hombre murciélago que, refugiado en las sombras, envuelto en su propio miedo a perder una vez más a la gente que quiere, protege a la decadente Ciudad Gótica de los enfermos mentales que se han empeñado en someterla.   

Es un error juzgar Batman inicia, relato de cómo el millonario Bruce Wayne se transformó en semejante ángel justiciero, comparándola con las numerosas adaptaciones que se han hecho del cómic creado por Bob Kane y Bill Finger en 1940: a esta nueva versión, por ejemplo, no le interesan las pequeñas burlas de la paródica serie de televisión de finales de los sesenta (los tontos dichos de Robin, las peleas en las que los golpes se convertían en letreros en donde podía leerse "¡wham!", "¡pow!" o "¡sock!"), ni le importan mucho las escenografías de pesadilla o los elaborados retratos de los villanos de las dos producciones dirigidas por Tim Burton a comienzos de los noventa (no, ni bromas pop ni malvados protagónicos), sino llevar a cabo el cuidadoso perfil psicológico, de biógrafo responsable, de un superhéroe sin superpoderes que en tiempos de crisis ha sido capaz de elegir la justicia sobre la venganza.

El director, Christopher Nolan, conocido por otros dos retratos de hombres sin regreso, Memento e Insomnia, se empeña en contar la aventura como si fuera una historia realista, como si en el mundo en que vivimos pudiera existir un héroe parecido a Batman. Se trata de un enfoque que le huye al cinismo, al humor, al juego, hasta permitirle a los estupendos actores reunidos, a Christian Bale, Michael Caine, Morgan Freeman, Gary Oldman y Liam Neeson entre otros, asumir situaciones extremas con una dignidad que suele perderse en este tipo de narraciones. Se trata de una mirada reverente que agradecerán los verdaderos fanáticos de la tira cómica, y que admirarán, en los descansos de los estallidos, esos cinéfilos cansados de tantas superproducciones que fracasan a la hora de crear personajes.