Cruzada

Calificación: ***. Título original: Kingdom Of Heaven. Año de producción: 2005. Dirección: Ridley Scott. Guión: William Monahan. Actores: Orlando Bloom, Liam Neeson, Jeremy Irons, Eva Green, Brendan Gleeson, Edward Norton, Ghassan Massoud, Marton Csokas, Alexander Siddig, David Thewlis.  

No resiste el análisis ni la discusión. Podría probarse que es un pequeño desastre si se hicieran preguntas como ¿en qué momento Balian, ese ignorado herrero francés de finales del siglo XII que ha perdido a su familia de un solo golpe, se transforma en un superhéroe indestructible capaz de vencer a cualquier hombre en combate, de cosechar en terrenos baldíos sin abonos especiales, enamorar a la princesa Sibila con un par de miradas, ganarse los favores del rey Balduino IV con un par de diálogos y liderar a las tropas cristianas en el histórico cerco de Jerusalén, en el año 1187, contra los deseos de los obstinados caballeros templarios?, ¿no han sido muy cortos su duelo y su período de aprendizaje junto a Godofredo de Ibelin, su padre?, ¿no resulta conveniente, por decir lo menos, que le perdone la vida en una playa desierta al asesor principal de Saladín, el comandante de un ejército árabe compuesto por doscientos mil soldados? 

Podría decirse que es tramposa e inverosímil, sí. Quizás lo sea. Pero también se trata de un admirable espectáculo cinematográfico que aplaza dos horas y media los interrogantes del párrafo anterior, un drama épico dirigido con el buen pulso de siempre por el gran Ridley Scott que transformó la realidad en Blade Runner, puso en duda los géneros en Thelma y Louise y recicló con éxito un par de clásicos del cine en Gladiador. Vale la pena ver Cruzada por el placer que produce su montaje gigantesco: las extraordinarias batallas finales no pierden de vista al héroe, los personajes árabes son tratados con dignidad, las actuaciones de Edward Norton, Jeremy Irons y Liam Neeson contribuyen a la sensación de no estar perdiendo el tiempo. Y aunque es vergonzosamente evidente (podría titilar en una esquina de la pantalla como en aquel primer guión de Woody Allen), su mensaje de tolerancia, convivencia y respeto entre musulmanes y cristianos resulta más que relevante. 

Tal vez sea ese mensaje, sumado al prejuicio de haberla visto antes (¿otra batalla encabezada por Orlando Bloom?), lo que no ha convencido del todo a los manipulables espectadores de los Estados Unidos: después de tres semanas en cartelera, Cruzada sólo ha conseguido recaudar en las taquillas norteamericanas 45 de los 130 millones de dólares invertidos en la producción, lo que, en términos de Hollywood, puede considerarse un gran fracaso. Su título original, El reino de los cielos, que no sólo orienta hacia la moraleja a la que llegará la película sino que advierte que no se narrará ninguna de las cruzadas (en realidad se relata cómo se rompe la ejemplar tregua entre la segunda y la tercera), también le ha advertido a los estadounidenses que devoran el cine de vacaciones que –gracias a Dios- no tendrán enfrente otro de esos engendros que pretenden hacer "chéveres" las escenas más sangrientas de la historia.