X2

Calificación: ***. Título original: X-Men 2. Año de producción: 2003. Dirección: Bryan Singer. Guión: Michael Dougherty y Daniel P. Harris. Basada en el cómic de Marvel. Actores: Patrick Stewart, Hugh Jackman, Ian McKellen, Halle Berry, Famke Janssen, Rebecca Romijn-Stamos, Brian Cox, Alan Cumming, Anna Paquin.

Es tan divertida como la primera parte: ese es, tal vez, el mejor elogio que puede hacérsele. Sí, claro, se alcanza a odiar a ese personaje que habla inglés con acento alemán y agita una cola de diablo pintado de negro en los momentos de alta tensión y se tiene la incómoda sospecha de que Wolverine, el mutante con garras de acero, consigue aquel complejo peinado bajo el aire caliente de un secador eléctrico, pero cuando uno acepta las reglas del juego y se rinde ante los envidiables poderes de los seres de aquel mundo fantástico, este segundo capítulo de las aventuras de los X-Men se valora como debe ser, como un espectáculo lleno de extraordinarios efectos especiales y una nueva oportunidad para lamentar los conflictos que experimentan esos personajes monstruosos que, en el universo que fundaron hace varias décadas los cómic de Marvel, parecen ser un paso adelante en nuestra evolución. 

Bryan Singer, el director, que filmó con pulso y convicción la primera película, ha vuelto a tomarse en serio los traumas y las redenciones de los protagonistas. De nuevo, la inmensa soledad de los hombres equis resulta conmovedora. Y, una vez más, la terrible discriminación a la que son sometidos es el punto de partida de la historia: el poderoso Magneto, encerrado en una cárcel de alta seguridad, le confesará a un agente del gobierno norteamericano el lugar en el que se encuentra la Academia para "errores de la naturaleza" fundada por su amigo, el profesor Xavier, y a partir de ese momento las vidas de todos los mutantes estarán en peligro. Eso es. De eso se trata. Nada más y nada menos.