Realmente amor

Calificación: ***. Título original: Love Actually. Año de producción: 2003. Guión y Dirección: Richard Curtis. Actores: Hugh Grant, Colin Firth, Alan Rickman, Liam Neeson, Bill Nighy, Laura Linney, Keira Knightley, Emma Thompson, Billy Bob Thornton, Rowan Atkinson.

Se nos dice, en la breve introducción de esta emotiva comedia inglesa, que solemos olvidar que el amor opera en todas partes. Que basta con asomarse a las salas de espera de cualquier aeropuerto del mundo, durante los penosos días de navidad, para darse cuenta de que los noticieros llegan a convencernos de una realidad mucho más oscura de lo que en verdad es: en las puertas de vidrio de inmigración podemos ser testigos de reencuentros primordiales entre hermanos, abrazos aplazados entre amigos de toda una vida, conversaciones conmovedoras entre padres e hijos, besos precarios entre esposos en crisis, rubores sinceros entre recién casados. Sí, estamos ante una narración –o mejor: una suma de ficciones- de buenos sentimientos. Y no, esta vez no es un eufemismo: se trata, simplemente, de una obra que en realidad cree en lo que dice.

En el terminal de Heathrow, en Londres, podríamos tropezarnos con los personajes de Realmente amor (y, por esa vía, con un elenco que dejará bocas abiertas): el primer ministro de Inglaterra, enamorado de una de sus asistentes, trata de vencer sus emociones; su hermana, pendiente de la obra de teatro en donde aparecen sus dos niños, sospecha que su marido está a punto de conseguirse una amante, y pretende darle consejos a un amigo que se ha quedado viudo, de un momento a otro, junto con el hijo de nueve años de la mujer que fue el gran amor de su vida; y, mientras tanto, un publicista combate los sentimientos que le inspira la esposa de su mejor amigo, un mesero viaja a los Estados Unidos dispuesto a comprobar la teoría de que las norteamericanas se entregan a todo aquel que tenga acento británico, la hermana de un hombre con problemas mentales se enamora de un compañero de oficina, un escritor de best séllers descubre que no puede vivir sin su empleada doméstica portuguesa y un triste manager pasado de kilos se empeña en que su protegido, un decadente cantante de pop que se roba el largometraje, vuelva a ser el número uno en las listas de ventas. 

Realmente amor es, sobre todas las cosas, la primera película que dirige el guionista británico Richard Curtis. Porque en ella, a pesar de una edición que deja sin aire a algunas de las nueve historias que pretenden probar la hipótesis de base (que el amor, repito, opera en todas partes), podrían resumirse el triste sentido del humor, las obsesiones, las estrategias narrativas del gran autor de Cuatro matrimonios y un entierro, Notting Hill y El diario de Bridget Jones: la ironía afilada que jamás cae en el cinismo, la sospecha de que los americanos no sólo son más seguros de sí mismos sino mucho más tontos que los ingleses, la búsqueda llena de obstáculos de un romance que nos salve de la vida. En los primeros días del año, cuando no hallamos las fuerzas, las frases, las ideas, lo mejor que podemos hacer es entregarnos a ese mundo.