Audición

Calificación: **1/2. Título original: Odishon. Año de producción: 1999. Dirección: Takeshi Miike. Guión: Daisuke Tengan.Actores: Ryo Ishibashi, Eihi Shiina, Tetsu Sawaki, Jun Kunimura, Renji Ishibashi, Miyuki Matsuda, Toshie Negishi.

Una arriesgada distribuidora colombiana, Babilla Ciné, se ha empeñado en traer al país las mejores películas japonesas de terror. Y, aunque agradecemos el gran esfuerzo de la empresa, desde ya hemos llegado a la conclusión de que para verlas hay que prepararse sicológicamente. Después de Ringu, la versión original de El aro, llega otra producción aterradora, Audición, que no puede verse con crispetas en la mano y que al final, tras presentarnos en detalle la amable cotidianidad de un viudo que quiere volverse a casar, nos deja con una terrible colección de imágenes en la cabeza.

Como ocurría con El aro, cuando se ve Audición se tiene la sensación de que quien relata no quiere o no puede explicar muy bien qué está pasando. Pero muy pronto, para no revelar nuestra ignorancia y no despertar la ira de los conocedores, llegamos a la conclusión de que la cultura y los lenguajes afectan la forma en que se narra y que lo que en una película occidental llamaríamos "errores de construcción" e "inverosimilitud" en una de horror japonesa debemos llamarlo "marca de estilo".

Takeshi Miike, el director de ésta, ha hecho cincuenta largometrajes en diez años –el año pasado alcanzó a estrenar una en video, una en televisión y cinco en salas de cine- y debe saber muy bien por qué hace lo que hace. Quizás el drama convencional que nos presenta durante la primera hora, y los recursos norteamericanos de los que se vale durante la larga secuencia de la famosa audición, no sean prueba de cierta confusión mental sino una brillante estrategia narrativa que los aficionados al género sabrán apreciar.

Audición

Calificación: **1/2. Título original: Odishon. Año de producción: 1999. Dirección: Takeshi Miike. Guión: Daisuke Tengan.Actores: Ryo Ishibashi, Eihi Shiina, Tetsu Sawaki, Jun Kunimura, Renji Ishibashi, Miyuki Matsuda, Toshie Negishi.

Una arriesgada distribuidora colombiana, Babilla Ciné, se ha empeñado en traer al país las mejores películas japonesas de terror. Y, aunque agradecemos el gran esfuerzo de la empresa, desde ya hemos llegado a la conclusión de que para verlas hay que prepararse sicológicamente. Después de Ringu, la versión original de El aro, llega otra producción aterradora, Audición, que no puede verse con crispetas en la mano y que al final, tras presentarnos en detalle la amable cotidianidad de un viudo que quiere volverse a casar, nos deja con una terrible colección de imágenes en la cabeza.

Como ocurría con El aro, cuando se ve Audición se tiene la sensación de que quien relata no quiere o no puede explicar muy bien qué está pasando. Pero muy pronto, para no revelar nuestra ignorancia y no despertar la ira de los conocedores, llegamos a la conclusión de que la cultura y los lenguajes afectan la forma en que se narra y que lo que en una película occidental llamaríamos "errores de construcción" e "inverosimilitud" en una de horror japonesa debemos llamarlo "marca de estilo".

Takeshi Miike, el director de ésta, ha hecho cincuenta largometrajes en diez años –el año pasado alcanzó a estrenar una en video, una en televisión y cinco en salas de cine- y debe saber muy bien por qué hace lo que hace. Quizás el drama convencional que nos presenta durante la primera hora, y los recursos norteamericanos de los que se vale durante la larga secuencia de la famosa audición, no sean prueba de cierta confusión mental sino una brillante estrategia narrativa que los aficionados al género sabrán apreciar.